Si tu hijo tiene dificultad en hacerse de amigos en la clase, es posible ayudarlo. Liat Shmerling-Meir, maestra de primaria, ve las dificultades de los chicos y tiene unas cuantas ideas interesantes para los padres.
El artículo esta redactado en comienzos de clases, en nuestra región estamos terminando el año lectivo, pero es importante tener información precisa de antemano para saber sobrellevar situaciones que se pueden dar con nuestros hijos y poder actuar a tiempo.
Hace dos meses entramos a primer grado. 33 niños de diferentes jardines, algunos llegaron a la clase con su “mejor amigo” del jardín, algunos conocieron una importante cantidad de chicos con anterioridad y algunos vienen de otra ciudad. Dos meses transcurrieron y crean o no, recién ahora comienzan a recordar los nombres de todos. Cada mañana como parte del encuentro matutino, empezamos con el “buen día” personal, para dar participación y hacerse escuchar en público. Otro motivo es que de esta manera logran recordar los nombres unos de otros… le parece raro? Así es cada año.
El traspaso del jardín a primer grado es una de las transiciones más significativas en la vida del niño. El nuevo entorno, las expectativas, la carga horaria, las diferentes materias y por sobre todo la integración de los chicos. Como maestra, yo dedico mucho del tiempo para la interacción entre los chicos, la consolidación y crear espacios alrededor de diferentes temas interesantes. Las primeros grupos empiezan a formarse, pero para que la relación se transforme en una relación significativa y compañerismo real, los chicos deben encontrarse luego del colegio, y la responsabilidad de estos encuentros a esta edad y en esta etapa del año es de los padres.
No es raro que algún padre me diga que quiere “invitar solamente a compañeros del jardín, ¿Qué hago?”. Primero, no desesperar. Encontrarse con compañeros del jardín es la posibilidad más fácil y segura. El niño ya los conoce y por eso no teme ser excluído. Conoce al chico y sabe cómo comportarse en un encuentro con él. Es importante reforzar el compañerismo existente y a la vez intentar ayudar a los chicos a conocer nuevos compañeros.
Entonces, cómo podemos ayudarlos a encontrar nuevos grupos de amigos? E aquí algunas ideas:
1- Contarles a ellos sobre nuestros amigos
Los niños gustan de escuchar historias de los padres cuando tenían su edad. Contarles del nuevo amigo que tenían cuando eran chicos. De los temores y de los temas interesantes en común entre ustedes. Si no tienes historias de compañerismo en edad temprana, puedes contarles del presente, de amigos que ellos conozcan. Ustedes son el ejemplo a seguir. Una historia sobre los padres puede ayudarlo a juntar coraje e invitar un amiguito/a después del colegio.
2- Aprovechar las actividades extra curriculares para encuentros sociales
“¿Queres que lo llevemos a la actividad?” Cuando llevan al niño a una recreación a la tarde, ofrecerle llevar a un compañero de clase que va al mismo lugar, o traerlo luego de la recreación a casa. De esta forma, ustedes ayudan a otro padre y también aprovechan el tiempo para el encuentro social.
3- “El compañero semanal”
Muchas veces a los niños se les hace difícil decidir con qué compañero juntarse. Pueden decidir con su hijo que cada semana invitan otro amigo aparte de los existentes. Pueden elegir un niño que se sienta junto a él en el grupo o elegir uno de la lista de la clase. También se puede pedir ayuda a la maestra, consejos de qué chico le parece que pueda conformar una buena relación entre ellos. Pueden revisar junto a sus hijos qué compañero vive cerca de su casa, a veces no sabemos qué tan cerca viven algunos de ellos.
4- “¿Con quién jugaste hoy en la clase?”
Cuando conversan con su hijo sobre el día en la escuela pregúntale: ¿Con quién jugaste hoy?. ¿Con quién te has solidarizado hoy? ¿Qué actividad grupal hiciste hoy?. Ésta clase de preguntas te posibilitará aprender sobre el comportamiento social de tu hijo en clase y también ayudará al chico a evaluar el día de escuela en el aspecto social.
5- Fijar de antemano
Hoy día, cuando cada familia tiene un calendario complejo, hermanos, actividades recreativas, abuelo, abuela y más, es complicado fijar un horario sin antes haberlo programado. A veces un chico quiere encontrarse con tal compañero y descubre día tras día que justo en ese momento está ocupado. Es importante fijar de antemano para que el encuentro no se pierda. En realidad, tiene su encanto en quedar de antemano y esperar ese encuentro con anhelo.
Ni bien comienza el año lectivo, es una época en que los chicos comienzan lentamente a crear grupos sociales, y en esta etapa nos necesitan (maestros y padres) para poder realizarlo. Los encuentros extracurriculares hacen una diferencia abismal en la relación social, seguridad del niño, y a veces también en sus ganas de ir a la escuela.
Personalmente, mis amigos íntimos, son compañeros de la escuela primaria. Crecimos juntos, y éstas relaciones no se reemplazan.
La redactora es maestra de primer y segundo grado y administradora del blog Mora en pijamas.